Cirugía Ortognática

Cirugía ortognática es el tipo de cirugía realizada por cirujanos orales y maxilofaciales para corregir alteraciones esqueléticas maxilares. La palabra “ortognática” proviene del griego “orthos” que significa normal, recto, derecho y “gnathos” que significa maxilar.

cirugia-ortogonática2

Por lo tanto, el objetivo de esta cirugía es colocar los huesos faciales y los dientes en su posición correcta cuando estos se encuentran alterados. De este modo, se mejora la apariencia de la cara a la vez que se garantiza que los dientes funcionen de manera correcta y saludable.

cirugía-ortogonática-prepracion-caso

Existe la creencia errónea de que esta cirugía se reserva únicamente para aquellos pacientes que tienen una deformidad importante. Esto no es así. Todas aquellas personas con la oclusión o la forma de morder alterada a expensas del posicionamiento incorrecto de los huesos maxilares pueden beneficiarse de las ventajas que ofrece la cirugía ortognática.
El crecimiento de los huesos de la cara es un proceso gradual y, en ocasiones, los maxilares superior e inferior crecen a ritmo distinto durante el desarrollo.

El resultado puede ser una maloclusión que afecte a la manera de morder, al habla, a la salud de nuestra boca y, en muchas ocasiones, al aspecto estético. Es ahí donde la cirugía ortognática tiene su papel, permitiendo corregir esta situación.

Como hemos visto hay dos motivos fundamentales para indicar una cirugía ortognática:

Estéticos, buscando una mejoría en el aspecto de la cara y la sonrisa.
Funcionales, para masticar correctamente y mantener una buena salud de las muelas, encías y articulaciones temporomandibulares (ATM).
En definitiva, los pacientes pueden acudir a al consulta porque sus dientes no encajan bien o están preocupados porque su barbilla está muy adelantada o muy retrasada, piensan que su sonrisa no es agradable o que su cara es demasiado larga o corta. No obstante, también puede ser muy útil para aliviar otros problemas como la disfunción de la ATM o el síndrome de la apnea obstructiva del sueño.

Por favor, conteste estas preguntas y si alguna respuesta es afirmativa, puede que sea Vd. candidato a algún tipo de procedimiento ortognático. Lea el resto de la información y puede concertar una cita en la Unidad de Cirugía Ortognática del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial.

¿Tiene problemas con su mordida o al masticar?
¿Nota que sus dientes no encajan correctamente?
¿Tiene molestias delante de los oídos cuando come o al levantarse por la mañana?
¿Ha notado que, pese a que mantiene una correcta higiene de la boca, las muelas se le “pican” demasiado?
¿Está insatisfecha/o con la estética de su cara de frente o de perfil?
¿Siente que su mandíbula es demasiado o demasiado poco prominente?
¿Cree que los pliegues que van desde la comisura de sus labios a su nariz están demasiado hundidos?
¿Si pudiese cambiar algo en su cara, serían sus maxilares, su mentón, etc.?
¿Al sonreír, cree que enseña demasiada encía?
¿En reposo, en condiciones normales, piensa que enseña demasiado los dientes superiores?

En nuestra rutina de estudio de los pacientes candidatos a cirugía ortognática, vamos a realizar un estudio pormenorizado de la oclusión y de todos los parámetros faciales.
Una vez logrado el diagnóstico preciso, se determinará el tratamiento más adecuado de forma personalizada.

De cada paciente se realiza estudio radiológico con escáner de haz cónico (CBCT), toma de fotografías intra y extraorales y modelos de escayola de sus arcadas dentarias.
Todo se digitalizará para su estudio mediante sofisticados programas informáticos. De este modo, y siempre teniendo en cuenta el parecer edl paciente, se puede determinar qué parte de la cara no armoniza con el resto y qué tipo de tratamiento será el más adecuado. Finalmente se establece un plan combinado de ortodoncia y cirugía que va a proporcionar una armonización estética de la cara con una oclusión sana y estable

Sí. La ortodoncia suele ser necesaria ya que con mucha frecuencia los dientes van a estar descolocados y no encajarían al colocar los maxilares en su sitio. Sin embargo, la duración de este tratamiento es generalmente corto pues trata únicamente de preparar la cirugía.

Para realizar con éxito una cirugía ortognática, ortodoncista y cirujano maxilofacial deben trabajar conjuntamente. El ortodoncista será el responsable del movimiento de los dientes para que encajen después de movilizar los maxilares, mientras que el cirujano será el responsable de recolocar los maxilares en su sitio con los dientes correctamente alineados.

Una vez finalizada la ortodoncia, el cirujano maxilofacial colocará los maxilares correctamente en oclusión, lo que mejorará la función oral y la masticación, pero además lo hará en el lugar más idóneo para que la cara y la sonrisa recuperen la armonía según el plan de tratamiento determinado previamente.

Los resultados son visibles de forma inmediata.

La mayoría de los pacientes abandonan la Clínica en 24-72 horas y pueden volver a su vida normal a los 15 días.
Los avances técnicos en la anestesia y la cirugía permiten que las personas intervenidas puedan desarrollar sus funciones normales, como hablar o masticar, desde el primer día ya que la boca no queda cerrada en ningún momento.

El estudio personalizado permite al cirujano aconsejar al paciente si, además de la operación de los maxilares, la cara podría beneficiarse de otros procedimientos que pueden hacerse a la vez, como modificar la forma de la nariz, pómulos, etc.

Mandíbula pequeña o retrasada: Los dientes inferiores están retrasados con respecto a los superiores, al igual que el mentón. Suele haber problemas en la articulación (ATM) y puede haber dificultad para respirar durante el sueño.

Maxilar superior retrasado: Los pómulos están aplanados, los dientes superiores están retrasados y casi no se ven al sonreír. La pérdida de proyección del maxilar hace que se marquen los pliegues que van de las alas nasales a las comisuras del labio, lo que da un aspecto avejenteado a la cara.

Maxilar superior alargado: La encía se ve de forma excesiva al sonreír. La cara es alargada, el mentón suele estar retrasado y cuesta trabajo cerrar los labios Mandíbula grande o adelantada Los dientes inferiores están adelantados respecto a los superiores, la barbilla está adelantada y las muelas se estropean más de lo normal por el exceso de trabajo.

Mordida abierta: Los dientes superiores e inferiores no contactan al cerrar la boca, dejan un espacio. Hay que forzar los labios para poder cerrarlos y comer es difícil. En casos extremos puede afectarse el habla con dificultad para pronunciar algunas letras. Las muelas que sí contactan tienen un exceso de trabajo, por lo que también se estropean antes y suele haber dolor en la articulación (ATM).

Asimetría mandibular: El mentón y los dientes se desvían hacia un lado. De forma inconsciente, el paciente tiende a doblar la cabeza para disimular el defecto, por lo que, en ocasiones, hay dolores en el cuello. También puede haber problemas en la articulación (ATM).